Para el éxito de cualquier empresa o modelo de negocio es crucial entender cómo se integra la rentabilidad (el “bottom line”) e identificar cuáles son los componentes clave que la impactan positiva o adversamente.
Dichos componentes clave evolucionan a lo largo del tiempo y deben ser identificados, medidos, monitoreados y gestionados de forma oportuna para asegurar la viabilidad del modelo de negocio y para ajustar la estrategia cuando sea necesario.
El registro sistemático de las operaciones del negocio, debe generar los datos necesarios para monitorear los componentes de la rentabilidad.