Lo primero que pensamos cuando decidimos implantar una solución de estas características es que va a ser un proyecto extenso, difícil, pesado, y con un alto grado de resistencia por parte de la mayoría de la organización. ¡Lo invitamos a leer esta noticia y derribar esos mitos!
Si bien no estamos alejados de esta realidad, hay que tener en cuenta que implantar un ERP es un tema de procesos, y por ello hay maneras de controlar y ajustar la estrategia para lograr una implantación exitosa. Mucho de esto depende de tres grandes factores: Compromiso de la dirección, contar con las personas adecuadas formando un buen equipo de implantación y generar confianza desde el principio.
A continuación le contamos cómo dicha estrategia se puede reforzar con seis puntos clave:
Por un lado, es importante tener bien claro cuáles son los objetivos para la implantación de un ERP: ¿Brindar una solución integral a toda la organización? ¿Mejora los procesos y estandarización? ¿Obtener información consistente y en tiempo real? y/o ¿Reducir los costos de la organización?
También es fundamental seleccionar el sponsor, un líder que pueda llevar adelante el proceso de implantación, que tome las decisiones, que no le tema al cambio y que tenga confianza en lo que se está haciendo.
Esto viene de la mano de una buena gestión del cambio, al implantar el producto se experimenta una nueva forma de trabajo en la empresa, es aquí dónde hay que lograr un equilibrio y maduración por parte de todo el equipo.
Otro aspecto clave a tener en cuenta es alinearse a los procesos y con esto también se debe definir un alcance claro, de hasta dónde se quiere llegar. Para luego finalmente poder planificar la sustentabilidad en el tiempo.
El proceso de implementar K2B está diseñado para aporta valor al negocio, generando en la organización las condiciones para operar exitosamente y materializar el retorno esperado.
